Por: Bárbara Vicuña, Subdirectora Escuela de Recursos Naturales.
Es importante aprender a identificar cuándo una planta tiene deficiencias nutricionales. Los síntomas están muchas veces a simple vista. La base del cuidado de las plantas es la observación y monitoreo constante con el fin de poder tomar decisiones tempranamente.
Cuando vemos deficiencias en las hojas nuevas, puede deberse a la falta de dos nutrientes: de calcio o de hierro. Si es de calcio se presenta como una deformación de la hoja, volviéndola pálida y rizada, de tamaño pequeño, deformada y con manchas de color café en el margen de la hoja.
En cambio, si la falta es de hierro se presenta con clorosis, es decir, con color amarillo en la hoja y las nervaduras ligeramente más verdes, más pronunciado en las hojas jóvenes que en las antiguas. En este estado, las hojas con deficiencia severa se tornan amarillentas o completamente blancas a medida que se expande.
Por otro lado, las deficiencias en las hojas viejas tienen que ver con una falta de nitrógeno. En este caso, la lámina se torna amarilla en general y crece menos. Cuando la deficiencia se hace más severa, la planta puede limitar su crecimiento, las hojas se empiezan a marchitar y secar, tornándose de un color café claro o amarillento.
Ahora bien, cuando vemos que el aspecto general de la planta es de marchitez o flacidez, y sus hojas están amarillas en la punta y el borde, con las nervaduras verde oscuro, estamos frente a una deficiencia de potasio. Una característica típica de esta deficiencia es el acucharamiento de la hoja hacia arriba – el margen de la hoja se dobla hacia arriba-.
Cuando vemos hojas jóvenes de color amarillo con venas verdes y salpicadas con manchas amarillas, que muchas veces se convierten en manchas color café, estamos hablando de manganeso. Además, se observa la planta con un crecimiento disminuido o retrasado.
El fósforo se manifiesta en las hojas volviéndolas más oscuras que su color normal, de aspecto apagado, incluso azulado y pueden volverse pálidas si la deficiencia es severa. A veces también se observan de color rojizo o rojo-violeta. Los síntomas aparecen primero en las partes más viejas de la planta y las hojas nuevas pueden aparentar ser sanas, pero generalmente son pequeñas. Esto va acompañado de la caída de las hojas.
Cuando hay una gran clorosis entre las nervaduras, es un síntoma típico de la deficiencia de magnesio.Esta clorosis va apareciendo desde el borde hacia adentro de la hoja y las venas permanecen verdes. Se distingue de la de hierro o manganeso porque en el borde del margen se mantiene una banda verde, que se ensancha hacia la base. Por lo general, las hojas más viejas se ven afectadas primero.
Es importante siempre evaluar la historia de aplicaciones nutricionales que le hemos dado a la planta para llegar a un diagnóstico, ya que a veces los excesos también pueden confundirse con deficiencias.
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Quienes quieran aprender más, pueden ver esta cápsula Informativa, en la que se ven algunos ejemplos de las deficiencias nutricionales antes mencionadas.